Ermita de la Mare de Déu deL’Avellá,la capilla Sixtina del Maestrazgo en Catí

¡Aventureros! En el corazón de las montañas y los bosques de encinas milenarias, existe un lugar mágico que guarda los secretos de la región. La famosa ermita de la Mare de Déu de l’Avellà, también conocida como la Capilla Sixtina del Maestrazgo, es una joya histórica ubicada a unos 5 kilómetros de Catí y a 960 metros sobre el nivel del mar. La ermita es impresionante, con decoraciones doradas y frescos pintados por el artista Pasqual Mespletera en 1737. ¡Es como caminar en un sueño!

El camino hacia la ermita es impresionante. ¡Tendrás la oportunidad de disfrutar de las vistas panorámicas de la comarca de Catí y Muelas de Xert a medida que avanzas hacia la cima! En invierno, el paisaje se transforma en una obra de arte cubierta de nieve y flores autóctonas, como la lavanda, el tomillo y el poleo.

La ermita forma parte del conjunto del Santuario o Balneario de la Mare de Déu de l’Avellà, que también incluye la casa del ermitaño y la Font de l’Avellà, conocida por la bondad de sus aguas. Desde hace casi cinco siglos, la gente ha venido a este lugar para recuperarse de enfermedades gracias a las propiedades curativas de la fuente de agua minero-medicinal, que tienen propiedades beneficiosas para la piel y los riñones.¡La leyenda cuenta que la Virgen María apareció aquí y curó a una vieja leprosa! Se dice que una anciana ciega y enferma guiada por su nieta, se encontraba recogiendo leña en el paraje de Avellá. Al pasar junto a una fuente, escucharon una voz que les pedía que se lavaran en sus aguas. La anciana obedeció y recuperó milagrosamente la vista y la salud. Este evento milagroso se atribuyó a la Virgen María, y en su honor se construyó una pequeña capilla en el mismo lugar.

La primera capilla data del siglo XVI, aunque a lo largo de los años ha experimentado diversas ampliaciones y reformas. En 1720 se construyó el tercer piso y se añadieron los frescos que la han hecho famosa. Entre los benefactores que contribuyeron a su embellecimiento destaca el obispo de Tortosa, Francisco de Solís y Cardona.

Cada año, en septiembre, Catí conmemora el ‘Dia de l’Avellà’, una festividad en honor a su patrona, la Mare de Déu de l’Avellà. Durante este día, se llevan a cabo diversas actividades, como misas en la ermita, comidas populares, bailes, música en vivo y otras celebraciones. Esta festividad es una ocasión importante que atrae a locales y visitantes para rendir homenaje a la Virgen de Avellá. El sábado anterior al primer domingo de mayo la ermita es visitada por peregrinos de Sant Pere de l’Avellà. 

El manantial de agua minero-medicinal, declarado de utilidad pública en 1928, brota de rocas calcáreas y se encuentra a unos 960 metros de altitud. Un pequeño mosaico de baldosas de Ángel Berga que representa a la Virgen María decora la fuente. El agua de l’Avellà es de alta calidad y se han registrado sus propiedades curativas desde hace siglos, aunque se recomienda precaución al visitar la capilla en caso de lluvia intensa. ¡Un lugar que no te puedes perder!

Mientras estés en Catí, no puedes dejar pasar la oportunidad de probar sus deliciosos quesos. Estos quesos, originarios de Catí en Castellón, son famosos por su exquisito sabor y se convierten en otro motivo de peso para planear una escapada a esta encantadora localidad. Te recomendamos visitar su quesería y descubrir los secretos detrás de la elaboración de este manjar que ha sido galardonado en importantes concursos internacionales, ¡una experiencia única para tu paladar y conocimiento!.

Y si buscas un destino con palacios de ensueño y arquitectura gótica, ¡Catí es tu lugar! Aquí, en cada esquina de su casco antiguo, te espera una sorpresa en forma de palacetes como el de los Miralles, Delme, de los Monserrats y el de la Plaza. Y eso no es todo, la Iglesia Parroquial de la Asunción de María es un tesoro lleno de frescos impresionantes y un retablo real que perteneció al Rey Alfonso V.

Pero espera, ¡hay más! La visita a La Lonja es una parada obligatoria en Catí. Desde el siglo XV, ha sido el corazón de la ciudad: mercado, cárcel, depósito de trigo y ahora un espacio cultural. Este edificio gótico civil valenciano es una joya bien conservada, donde aún se pueden admirar los techos de madera y los suelos empedrados. ¡No te lo pierda

información

La ermita, que se puede visitar de manera gratuita en horario de primeras horas de la mañana hasta la tarde, antes de la cena, es propiedad del balneario, que son quienes abren y cierran sus puertas todos los días para dar a conocer esta pequeña pero mágica capilla Sixtina valenciana.
Durante la fiesta principal de la Ermita de la Virgen de Avellá en Catí, se puede encontrar alojamiento en la fonda del siglo XVIII del tío Tulio, que se encuentra cerca de la ermita. Este alojamiento histórico puede ser una opción conveniente para quienes deseen hospedarse cerca del lugar de la festividad

Imagen y fuente: https://www.comunitatvalenciana.com,https://www.catimenu.com